Una vida feliz: El renacer de Voz Propia

Es difícil cuando tienes que escribir la reseña de un disco donde hay que ser lo más objetivo posible y no puedes. Esto es lo que me ha pasado con “Una vida feliz”, el reciente lanzamiento discográfico de la mítica banda Post Punk local, Voz Propia, quienes luego del lamentable fallecimiento de su bajista Carlos “Boui” Magán en enero del 2016, decidieron seguir en la brega con un nuevo integrante y nos ofrecen un disco sombrío y reflexivo en honor al amigo desaparecido, pero con mucho positivismo a la vez.

Presentado el 03 de diciembre del año pasado en la discoteca The Blood de Santa Beatriz, son 12 temas que se mueven entre melodías melancólicas y oscuras, en los que destaca la presencia del nuevo integrante de la banda, Kurt Rothschild, al mando ahora del bajo. Un CD cuya edición física también está llena de oscuridad, de “luto”. Bueno, es tiempo de rendir silencio y homenajear a los caídos.

Era de esperarse. El tema que abre “Una vida feliz” es el homenaje que Miguel Ángel Vidal realiza a su desaparecido ícono musical, a su máxima influencia artística, con el que seguramente de joven soñaba estar parado sobre un escenario. Si, “Starman” es el tema con el que Voz Propia rinde tributo a David Jones, mejor dicho, a David Bowie, quien hace poco cumplió un año de fallecimiento.

En un tono Glam Rock y con mucha sensualidad de por medio (algo que sería bueno que la banda trabaje más a partir de ahora, porque les sale bien), la composición del Mal Hijo nos va narrando la historia de este camaleónico personaje: el Rey Jareth de Laberinto, el entrañable Mayor Tom, Ziggy… en fin, todo lo que significó y significa para la música. “Cantando como un Midas / surrándose en su dios / cantando hasta morir / fue héroe por miles de días”.

El segundo tema es el que le da título al CD, “Una vida feliz”, en un tono bastante melancólico y susurrante, nos presenta una nueva historia, el cambio que uno hace ante una determinada situación en un momento de la vida, en la que dejamos de lado ciertas cosas que nos gustan para enfrentar y buscar nuevas sensaciones. Una canción de madurez, de vivir en el mundo real, en fin, espero que no de desesperanza, donde la música la pone Montaña y la letra Miguel Ángel. “En algún punto desperté / y me dejaron de gustar / tantas cosas que a ti si / que estoy fuera del redil”.

Sigue “Dragones”, en la que el buen Ramón Escalante firma la autoría musical, siendo la letra nuevamente a cargo de Miguel Ángel, que en tono de broma supongo que con el tiempo se llamará “Drogones”, un tema poderoso y vital, muy voz propiano, en donde me doy cuenta de que Montaña nos dice que no es el tiempo de desgañitarse con las cuerdas, arreglos de guitarras realizados por Ramón Escalante en su totalidad, sino de sacar melodías que se queden en la memoria, porque este es un disco de nostalgia. Y vaya que me gusta esta canción, Post Punk melancólico, donde el mitológico ser marca al ser ausente. “Desperté con el sol / y una voz me llamó / fui corriendo hasta ti / y un abrazo encontré”.

De nuevo el dúo Escalante – Vidal con “China”, que marca un cambio en el conjunto del CD, noto una intención de Miguel Ángel de dramatizar con este tema supongo inspirado en su reciente viaje al país asiático, donde nos cuenta una historia de “desesperación” al estar solo sin saber donde estar en un país extraño, aunque fascinado por su cultura. Con cierto tufillo en la forma de cantar como Richard Butler de Psychedelic Furs, sin que suene a crítica, sino a “influencia”, tal como podría decir de bandas nuevas como Interpol (supongo que puede ser por Terminar, el proyecto personal de Ramón y Ulises), parece ser el inicio de una nueva línea musical de la banda. “Hermosa China te haría el amor / y me perdí en tu blanca sonrisa / el subterráneo vino hacia mi”. 

La nostalgia regresa con “Dulce miel”, un bello tema de Raúl Montañez que me envolvió desde la primera nota. Tengo un problema con la interpretación, por un lado puedo decir que es una canción dedicada a esa pareja que ya no está, al recuerdo de ese amor que marcó la vida de uno y que está siempre presente; pero por otro lado, me da la idea de estar en el día en que el sol caía luego de esparcir las cenizas de Boui, no sé, le veo sentido, me puedo equivocar o estar demasiado influenciado, pero tengo estas ideas en la cabeza. Y ese juego de guitarras me emociona hasta el tuétano. “Ya la bruma se marchó / el cielo abierto pude ver / tus latidos puedo oir / mi corazón le cantará”.

Y llegamos al punto fuerte del CD “Una vida feliz”, porque el sexto tema es “Boui”, un homenaje y recuerdo al hermano fallecido, a Carlos Magán, bajista primogénito de la banda. Ya hice una reseña especial a este tema, así que sería repetirme, valga repetir lo que escribí en agosto del 2016 de la composición hecha por Ramón y Miguel Ángel:

“Bueno, este cuarto sencillo del nuevo disco de Voz Propia cumple con su cometido de recrear con su sonido característico la personalidad y la actitud del buen Carlitos. Una canción llena de melancolía, en la que destaca la guitarra de Montaña creando esa atmósfera que necesita, además de la declaración de principios de la amistad que tuvo con Boui por parte de Miguel Ángel, quien se dedica más que cantar a susurrarnos al oído la letra del tema.

Y es que en realidad no puedo decir mucho… el escuchar esta canción de cuatro minutos de duración te traerá numerosos momentos que viviste o te enteraste de Carlos Magán como parte de la movida subterránea, o como amigo de la infancia, como quieras o como lo hayas vivido tú. Particularmente, me desgarra el alma el cierre del tema, inmediatamente realicé una edición mental con los momentos que pasé con Boui, y en los que me identifiqué inmediatamente con la letra del tema: “Totalmente libre / Iluminabas todo / El punk entraba / Con el aire y el sol / Eras mi hermano, mi compinche / Te recuerdo con amor”.”

Volvemos a la realidad con “No me ato”, música y letra de Miguel Ángel Vidal, otro de esos temas que yo llamo “dramáticos”, con un teclado que me remite a una cinta de terror inmediata. Estas canciones de desamor que cortan el alma y que mercan en la vida, de esos amores en los que uno entregó todo y al final se va al carajo. Tiempo de lucimiento de cada uno de los integrantes de la banda, cada uno tiene la oportunidad de mostrarse y redondear este buen tema. “Era mejor / que fuera vulgar / que fuera veloz / al esnifar / no hay más amor / hay que ser cruel / mejor leer / filosofar”.

Una grata sorpresa con “Desaparecer”, creación de Kurt Rothschild, bajista que reemplaza a partir de este disco a Carlos Magán. Personalmente, es de esos temas que me atraen mucho, oscuros, machacantes, esos que se te meten en la cabeza y penetran hasta el fondo. Esas canciones y letras que me gustan leer de Voz Propia, de la que una vez más debo decir que han madurado muchísimo en todo, letras, música y forma de cantar, porque eso es lo que están haciendo ahora, ya no hay esa urgencia de “gritar” la música, las melodías que han creado lo dicen todo. ¡Bien por la banda!: “Nos volvemos a encontrar / para desaparacer / para volver a brillar / una estrella ha de nacer / para volver a brillar / para desaparecer”.

No me da pausa este CD, porque el tiempo que se dieron para grabarlo al parecer sirvió para pulir las canciones y darles un peso similar, no podría decir que una es mejor que la otra, salvo los temas homenaje, que tienen ese plus; y es por ello que “Dentro de un país” mantiene la línea de esta producción, aunque es uno de los que mantiene el sonido clásico y la ideología de la banda, y cuenta con las guitarras más “chirriantes”, por encontrar una palabra. No por algo ha sido compuesta por Ulises Quiroz, el eterno batero de la banda. Y es curioso decir que pasados los 50, siga ese espíritu romántico e idealista en Voz Propia: “Entre los sueños de un futuro / de un lugar mejor / usando todo lo que hace del mundo / un mundo mejor / dentro de un país que sueña / está tu mente dando más vueltas”.

Hay tiempo de más homenajes en “Una vida feliz”, porque también se le rinde tributo a la fabulosa saga espacial de Star Trek, de la cual Miguel Ángel es fan confeso, y vaya que lo demuestra con “Un nuevo hogar”, un tema muy en onda del Mayor Tom, y es que todo el 2016 ese fue el tema que muchos tenían en su cabeza día y noche, así que este tema tiene un poco de Bowie y de Boui, porque la muerte esta muy presente aquí. “Cuarta estrella a la derecha por favor / todo recto hasta mañana sin parar”. Sí, porque buscar el espacio infinito o morir es casi lo mismo… Muy buena música a cargo de Montaña y mucha sangre del Mal Hijo para una letra “muy lejana”.

Y llegando a los dos temas finales, los más acústicos por cierto, donde me doy con la sorpresa de que ambos tienen la presencia marcada de Carlos Magán, quien se despidió de la vida musical terrenal con dos temas en los que podemos descubrir un poco de lo que rondaba en su cabeza en los últimos tiempos. “Esperando” cuenta con su aporte musical, mientras que la letra la aporta Miguel Ángel, un tema lento, insisto con melancolía, en el que puedo notar ese enfrentamiento ya clásico que tenía Boui con “él”, tiempos en los que decíamos “ya se nos fue el Choclón”, para luego renacer como el Ave Fénix y seguir con su acostumbrada forma de sentir la vida… Pero siempre, esperando. “Siempre piensas él vendrá / mientras tanto, ya cayó el sol / siempre piensas, de acá a un mes mejor / mientras eso ya pasó se perdi´po”.

Y cierra en gran forma el CD la composición de Boui, “Ahora que soy libre“, que cuenta con el apoyo de su compinche el Mal Hijo en la letra. La muerte presente siempre, el deseo de dejarlo todo y ser lo que uno quiere ser, de dejar de lado los pesares y los males y volver a correr, a volar, a ir hacia el más allá, a ese lugar en el que todos nos encontraremos algún día, como le quieras llamar. “Ahora que soy libre / como el sol, como el mar / soy veloz en todo / en correr, en volar / con alas de ultramar / te quiero más / voy más allá”.

Gracias a la iniciativa de Raúl Mondragón, este es un pequeño homenaje personal en forma de videoclip fotográfico que hice al músico, amigo y hermano. Con amor… Y con su canción.

Ahora que soy libre: Un año sin Boui.

El mejor legado que Boui nos puedo dejar, y de hecho, va más allá que los demás, junto al Mayor Tom, componiendo más música. Y así se fue “Una vida feliz”, un disco que tiene mucha melancolía, emotividad, pero también mucha vitalidad.

En cuanto a los datos técnicos que a muchos les gusta conocer (bueno, cuando te compres el disco los tendrás al interior), “Una vida feliz” fue producido por Miguel Ángel Vidal, siendo grabado, mezclado y masterizado en Estudios Voz Propia, por Ramón Escalante, quien una vez más demuestra sus grandes dotes como productor musical (hasta ahora me arrepiento de no haberte dicho que “si” con Sin Kura, mi buen amigo).

El sombrío diseño, arte y edición digital está a cargo de Ulises Quiroz, siendo editado en noviembre del 2016. Vale destacar la presencia como músicos invitados de Raúl Loza en la batería de “China”, “Starman” y “No me ato”; de Vivian Murphy en los coros de “Boui” y de Marlube Azádegui en los coros de “Dulce miel”. Solo me queda decirte una cosa, este disco no solo vale como producto musical, sino que es el resultado de la vida diaria de una banda con 30 años de experiencia en los escenarios, que se lo dedica al amigo ausente. ¡Y vaya que vale “Una vida feliz”!

Como cierre. Este disco de Voz Propia ocupa un lugar muy especial junto al “Blackstar” de David Bowie en mi pequeño universo musical casero. Esos que no te cansarás de escuchar una y otra vez… Si no quieres la edición física (que es de lujo), descárgalo de su Bandcamp.

Muestra “Desborde Subterráneo” en el Museo de Arte Contemporáneo MAC, Barranco. del 03 de Febrero al 09 de Abril del 2017 #RockSubterraneo pic.twitter.com/e3LMS313u9

— Subte Rock (@subterock) 4 de diciembre de 2016

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