Mac DeMarco, el denominado bufón del indie rock por sus patrocinadores de Pitchfork; y hasta el Justin Bieber de los hipsters por un escritor local; llegó a Barranco el 18 de noviembre de 2015.
Precedido por 3 LP’s que van desde el pop más rosa de los 80’s hasta ambientaciones dream pop en teclados, y una actitud exageradamente extrovertida que lo lleva a hablar desde la pequeñez de su pene hasta de odas a Bart Simpson.
En suma, un hijo de su tiempo, desfachatado y con clara afición por producir vídeos en VHS, que ha sabido ganarse un nombre musical y extra musicalmente.
Ahora bien, la noche de Mac DeMarco en Lima arrancó con los locales Mundaka a quienes lamentablemente no alcanzamos a ver; sin embargo, la banda que nos sorprendió por el excelente sonido fue Autobús. La consistencia de esta banda supera a sus pares de Tourista y va por muy buen camino. Realmente lo abrasivo y profesional de su presentación nos sorprendió sobremanera.
Sabíamos de la simpatía de DeMarco y le bastó sólo un par de gritos y sacadas de lengua para meterse en el bolsillo al receptivo público limeño.
Calcando el setlist que venía presentando en Latinoamérica, su inicio fue flojo. Y es que más allá del entusiasmo del público, Mac DeMarco aqueja de un gran problema con su último disco; y es que resulta repetitivo y cansino.
La fórmula que tan bien le funcionó en 2 y que le alcanzó para Salad Days ya no da ningún aire nuevo en Another One, y precisamente fue con el único tema rescatable de esa placa (del mismo título) que demostró que sus composiciones al teclado son un justo balance a su repetitivo armónico en las cuerdas.
Luego un repaso por sus singles vistosos con “The Stars Keeping Calling My Name”, “Cooking Up Something Good” y “Ode To Viceroy” para darle una variante interesante con un cover bastante bien ejecutado de Steely Dan y su “Reeling In The Years”, donde el canadiense demuestra que la conoce en las seis cuerdas.
Aquí hay que hacer un alto y referirnos a su banda, que con una percusión sencilla y unos carismáticos acompañantes al bajo y a la segunda guitarra hicieron de un cumplidor quinteto.
“A Heart Like Hers” bajó revoluciones y la gente se alocó con “Freaking Out The Neighborhood”, que tuvo al tecladista encima de la gente durante toda la canción. A estas alturas la niebla de yerba y las cervezas en el aire eran parte del desenfreno.
Ahora bien, particularmente esperaba el momento de “Chamber Of Reflection” y me defraudó. Fue tocada una nota más alta y con pobre nivel técnico en la voz, pero aun así debe destacarse que este debe ser de los mejores temas del gringo.
Un recuerdo de la noche de Mac Demarco (@MslDemarco) en Lima: "Chamber of Reflection" => https://t.co/8BE4SUEcGW
— Subte Rock (@subterock) January 24, 2016
Lo que venía ya sabía qué era y no me interesaba, porque no me cuadra en absoluto el corito de “Still Together” y no quiero ni pensar cómo es un cover de “Enter Sandman” por este canadiense.
Aun así, me convenzo de que el tipo tiene cancha, maneja bien al público y tiene un acto convincente. Definitivamente viene ayudado por el hype de Pitchfork y por la difusión en redes sociales y su vacío dental.
Más, para ser tan repudiado y amado, vimos entre la gente a Humberto Campodónico, algunos miembros de The Satellite y todo ese zafarrancho de gente que no suele verse comúnmente. Se nota que Barranco se consolida en su espíritu Hipster (para bien o para mal) y tienen licencia para fumar toda la hierba que quieran.
Cabe resaltar que la mitad del público asistente ni prestaba atención a la música y es que muchos de los presentes sólo van porque tienen que estar, porque es lo que el selfie y el tweet demandan.
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Publicado por Subte Rock el domingo, 24 de enero de 2016
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