Un poco de historia

Los fanzines son publicaciones hechas de modo artesanal, de escaso tiraje y distribución. Su uso fue muy difundido por la contracultura punk. Son confeccionados con pocos recursos, generalmente producidos a base de mimeografías y/o fotocopias de un “machote”. Se especializan en ciertos temas o grupos y reciclan imágenes y recortes de otras publicaciones. Como en el caso de la música punk, no es necesario ser periodista para escribir un artículo para estas publicaciones. Sus editores son por lo general aficionados a la música: FAN + magaZINE = fanzine.

Uno de los primeros fanzines fue “Punk” (1976-1979), creado por el dibujante y editor John Holmstrom con Ged Dunn y Roderick Edward “Legs” McNeil en los Estados Unidos. Su impacto fue inmediato. El fanzine cubrió inicialmente un amplio espectro de rock y otros temas, pero el interés por la música punk y la vitalidad de la escena de Nueva York dictó que “Punk” delimitara su cobertura sólo a esa escena. Su tiraje llegó a alcanzar las 10,000 copias (Fuente: “Taking Punk to the Masses“).

El primer fanzine en el Reino Unido fue “Sniffin’ Glue”. Después de ver a los Ramones en Londres, Mark Perry decidió que el punk estaba despegando como movimiento y no había una revista británica que se concentrara en este género musical, asi que decidió crear su propia publicación. Redactó el primer número de ocho páginas en una máquina de escribir para niños en una noche. Esta primera edición de 250 fotocopias (50 hechas por su novia y 200 más por una tienda de discos en Soho) salió a la venta en julio de 1976 y se vendió en menos de una semana. El título del fanzine lo tomó de la canción “Now I Wanna Sniff Some Glue” de los Ramones. Para dedicarse a tiempo completo a redactar la segunda edición renunció a su trabajo como cajero de un banco (Fuente: Raphaelle Dannus).

En España, uno de los fanzines más conocidos fue “Estricnina: Xeroxine de Ruidos y Danzas” dirigido y editado por un joven de 18 años llamado Rafael “Rafa” Cervera. Aunque sólo salieron tres números con muy limitado tiraje entre 1982 y 1984, el fanzine se convirtió en una institución dentro de la escena alternativa española. Para Cervera, en Estricnina escribían de las cosas que les “gustaban y de la gente que era como nosotros… cuando entrevistaba a Alaska, Almodóvar, Eduardo Benavente o Derribos Arias, lo hacía con muchísima ilusión y muchísimo respeto. Era gente que hacía cosas parecidas a otras que se hacían a miles de kilómetros y que nos encantaban. Hablábamos el mismo idioma” (Fuente: Tinta Venenosa).

Alternativa Subterránea

Como en España y los Estados Unidos, los fanzines producidos en el Perú en los 80s reflejaban, a juicio de Edwin Nuñez (revista Esquina #2, 1986), “las paltas generacionales” y representaban “una corriente y modo de entender la vida”. Estos fanzines se convirtieron en los principales vehículos informativos de la movida subterránea plasmando las ideas, actitudes y posturas de los subtes e impulsando la escena alternativa.

La primera publicación que se denominó fanzine y estuvo dedicada a cubrir las actividades de la escena musical no comercial de Lima fue “Alternativa”. En una entrevista para “Pose Revista Rock” (año 1 #1, 1988), Fernando “Cachorro” Vial contó que “en una chupadera con Jaime Higa y Pedro Cornejo se le ocurrió la idea de sacar un fanzine” y llamarlo “Alternativa”. La propuesta fue aceptada por los amigos, se formó el equipo y se dedicaron a trabajar con fotocopias.

El primer número de “Alternativa” salió el 30 de enero de 1985. Durante su corto año de existencia, se editaron cinco números. Cachorro, Jaime y Cornejo editaron los primeros tres números juntos. Las últimas dos ediciones fueron dirigidas por Pedro Cornejo, quién cambió el nombre de la publicación a Alternativa Subterránea.

“Alternativa Subterránea” #4 fue editada en setiembre de 1985 por Pedro Cornejo y Jaime Higa. Este número contó con la colaboración de Oscar Malca (Sigfrido Letal), Farid Kahat, Pedro Solano, Armando Matute, Carlos Troncoso, Reneé Vargas y Kike Ferreryra.

La nota de Sigfrido Letal sobre Guerrilla Urbana, “Solos contra el mundo” es de particular interés. Letal califica a los miembros de Guerrilla Urbana como “tránsfugas en su mayoría de sectores lumpen-burgueses [que] hacen a su propia clase de procedencia blanco de sus ataques”. Letal también usa el término “pitupunk” (la letra de este tema de Sociedad de Mierda está incluida en esta edición en la columna “Aullidos”) al inicio de su nota para describir el lugar donde Guerrilla Urbana verdaderamente debutó dos días antes del Concierto Rock en Río Rímac (17 de febrero de 1985).

El deseo de materializar un circuito musical paralelo al no comercial se refleja en la nota de Pedro Cornejo: “Activar el ciruito alternativo”, e identifica los problemas de infrastructura que afrontaba la movida subterránea en ese momento. Vale la pena leerla. Como también vale la pena leer la entrevista con Kimba Vilis sobre su banda Yndeseables.