Telma Rossi:  In Memoriam
Photo Credit To Facebook de Telma Rossi

Telma Rossi:  In Memoriam

Hoy día con tristeza me toca escribir sobre Telma Rossi, quien contribuyó de manera desinteresada pero indiscutible al desarrollo de la escena de rock subterráneo de Lima en los 80, así como al crecimiento personal y artístico de varios subtes que hoy están de duelo y que veían en ella a una figura materna que los comprendía y sacaba lo mejor de cada uno de ellos. Desafortunadamente perdí la oportunidad de conversar con Telma durante mi última visita a Lima. Solo me queda conocerla a través de las memorias de sus amigos que la recuerdan con admiración y mucho afecto.

“Sin Telma tal vez estos artistas no hubieran producido lo que ahora tenemos, porque ella ayudó a asumir a medio mundo en muchos sentidos, incluso a sus familias. Ella dio el aliento a muchos que estaban perdidos” (Susana Torres, 7 de julio 2020 para Subterock.com).

Su primer contacto con la escena subte fue a través de la televisión. La psicóloga Telma Rossi, quien conducía un sintonizado programa radial en Radio Programas del Perú (Fuente: Buh Records),  fue invitada a comentar junto al psiquiatra Baltazar Caravedo, un informe sobre el rock subterráneo elaborado por la entonces reportera Patsy Adolph para el Canal 9. El informe incluía entrevistas con subtes y tomas realizadas durante la primera fecha del concierto organizado por la revista Ave Rok, El Rock Subterráneo Vuelve a Atacar Lima, que tuvo lugar el 18 y 19 de octubre de 1985 en la Concha Acústica del Parque Salazar de Miraflores (donde ahora se encuentra el Centro Comercial Larcomar).

Telma Rossi. Afiche Aver Rock

Para analizar el informe, la conductora del programa, Charo Sheen, invitó a dos profesionales de salud mental y a un sacerdote. La conductora presentó el informe “como algo violento, como si los chicos fueran inadaptados”. Para Patsy, se armó “un bolondrón” innecesario. Fue una exageración lo que se pretendió hacer (Patsy Adolph y su Experiencia con el Rock Subterráneo, Subterock.com, 20 de junio 2014)

Sin embargo, el intento sensacionalista no funcionó. Telma claramente explicó a la conductora del programa que los rockeros subterráneos representaban una fotografía de la juventud de la época que debía entenderse antes de condenar: “en este momento los jóvenes están pugnando por una sociedad distinta, por destruir valores caducos y luchar contra esta cultura tecnológica que nos invade; que es la cultura del exitismo, del dinero y del poder”. Su análisis fue complementario a la opinión del psiquiatra.

Telma no trató el fenómeno de la eclosión subte “como ratón de laboratorio”, o lo condenó como “un mal ejemplo para la juventud”,  no lo volvió “sujeto de vil manoseo por autoridades eclesiásticas y especialistas del tema sin tema”. Para Wili Wong, ella “supo entender mejor este movimiento contracultural musical” (La Movida Subterránea, Voz Propia y Boui, Subterock.com, 2 de febrero 2016)

Meses después Telma reaparecería como activista y promotora de la escena subte. Su casa se convirtió en uno de los lugares claves donde los subtes discutirían su futuro y como forjar un movimiento autogestionario.

El abrir su puertas a  jóvenes no fue algo nuevo ya que su hogar era ya conocido por ser “como la casa del jabonero, el que no caía, resbalaba”. Telma atendía en su casa a sus amigos y pacientes, “o a sus amigos-pacientes”. Susana Torres recuerda que fue viendo “un desfile de personas interesantes que departían tertulias de todo tipo con Telma. Vi a Alfredo Márquez por primera vez, a Jaime Higa. Chicos vinculados a la movida y el arte alternativo. Venían a hablar de literatura, política o a comentar sus proyectos, como Herbert Rodríguez.” (El Eterno Femenino en el Rock Subterráneo, Subterock.com, 24 de marzo 2020)

Además de ser una profesional en psicología y activista, Telma fue la madre de Támira Bassallo (bajista de Salón Dadá y posteriormente ColCorazón). Patricia Roncal (María T-ta) la entrevistó para la segunda edición de su fanzine Punto de Placer 2 en la primavera de 1986 (Gracias a Álvaro Portales por recordármelo!). Esta fue la introducción en aquella entrevista:

“En medio de nuestro más sublime basural (Lima ciudad para todos) no todo es lo ke parece, y por “azares” del destino nos encontramos con una mama(cita) ke tiene la misma edad de su hija; no ha perdido la frescura, el entusiasmo y la lucidez espontánea de una adolescente; TEORÍA Y PRÁCTICA, además catedrática, locutora y para todo chochera! Ha logrado heroicamente saltar el abismo generacional a costa de ser marginada por sus coetáneos (ke la pueden llamar bicho raro) ella misma es la representante de la vanguardia de la sicología en el Perú!!” (Lee el Fanzine de María T-ta: Punto de Placer 2 (1986), Subterock.com, 9 de junio 2020)

Telma apoyó la participación en el rock subterráneo de su hija adolescente y sus proyectos musicales. En 2015 recordó con afecto tales momentos:

“En mi condición de madre de Támira, asistí conmovida a la eclosión de Salón Dadá y otros grupos. Me emocionaba y sorprendía cotidianamente el ver a jóvenes subir a escenarios y gritar o cantar mágicamente sus propias verdades. El proceso creativo era constante y constituía la respuesta a la violencia y desesperanza que azotaban nuestro país. Finalmente manifiesto que me siento satisfecha por haber intuido que debía comprender a esos jóvenes quienes me inyectaron grandes dosis de vida y juventud” (página de Facebook de Salón Dadá Col Corazón, 8 de marzo 2015).

Telma Rossi en la Memoria de sus Amigos

Jaime Higa

En realidad no recuerdo como conocí a Telma, de alguna manera fue el azar. Es decir por esa época tenía problemas con mi padre y me dieron a cuidar una casa abandonada y estaba a dos cuadras de la de Telma y Támira. Probablemente el nexo fuera Paco de La Nave de los Prófugos, en todo caso la cercanía hizo que nos llamáramos entre Telma, Támira y yo “veci” la versión corta de vecina/o.

Ir a la casa de Telma era todo un universo donde de alguna manera encajaban muchas piezas, la madre de Telma tenía un puesto en el mercado de El Callao y mi padre una bodega en el mismo distrito, es por ese lado por el cual establecíamos conversaciones.

Con Susana Torres coordinamos mi primera muestra individual en lo que funcionaba como la galería en la ciudad universitaria de San Marcos en 1988. Con Hoover Siguas escuchábamos música, en un momento hice una escenografía para Col Corazón de 5 x 5 metros para un concierto y con Hoover quedó pendiente un fanzine.

Con Telma fue con quien establecí aún un vínculo más fuerte. Hablábamos de arte pero sobre todo de literatura, fue ella quien me hizo conocer Ernesto Sábato, Manuel Puig, Augusto Monterroso, Somerset Maugham. Trabajé con ella en un periódico mural para San Marcos. La amé porque era una persona efervescente, espontánea, apasionada, inteligente, culta, solidaria pero también podía reaccionar con mucha intensidad si es que notaba que era engañada o frente a situaciones de injusticia. Aprendí mucho de ella, de ese universo que era un jardín cultivado, no sé si escribió más porque era una magnífica poeta pero me hubiese gustado que se conozca más de ella. Hoy sé que una parte de mi propia historia se va con ella y es una de las personas que siempre estará en mi corazón (Jaime Higa, 7 de julio 2020).

Laura. Un poema de Telma Rossi (circa 1989)
Permanencias y últimos reportes
Dentro de una habitación hermética de vidrio
violentas corrientes subterráneas
visibles a través del piso
obligan cada mañana
a acostarse sobre aquel suelo transparente
y aplicarle el oído.

En los últimos tiempos
dos gatos reposando alertas en la mitad de la calle
después de la medianoche
recuerdan la pérdida del miedo
y la aparición de cierta danza nueva
curiosamente prolongable siempre
hasta el punto de partida.

Algunas tardes
modestas puertas contiguas
en calles empedradas
exigen…ser tocadas
para ofrecer sucesivamente
mermelada, whiskies, té con limón,
biscotelas y sopa para niños.

Las imágenes de antiguas puertas
con cristales de colores
a la entrada de habitaciones azules
interrumpen…solo ocasionalmente
el permanente vértigo
de la auto-observación
la sensación de alejarse de sí misma
deslizándose suavemente
dentro de un zeppelin
y regresar violentamente alegre
a bordo de un taxi.

Ciertas noches
la inviolabilidad del aburrimiento
asfixia y es preciso refugiarse
en restaurantes de aeropuertos
para preservar selectivamente
la impermeabilidad
ante voces monocordes.

Telma Rossi. Tertulia rockera
Telma Rossi, Susana Torres y Jaime Higa (Archivo de Susana Torres).

César N

Conocí a Telma aproximadamente a inicios de 1986, al igual que la mayoría de los hoy veteranos militantes de lo que fue el Rock Subterráneo, esto se dio en una de las últimas reuniones antes de la “oficializada” dispersión de la movida que se hicieron en su casa, que amablemente prestó, y durante las cuales ella mantenía, una sensata y cordial neutralidad de anfitriona de casa, interviniendo solo puntualmente a modo de moderadora del debate con algún comentario certero.

Su casa quedaba en el cruce de la Avenida Colonial y la Avenida Faucett, en la Urbanización San José, así que para los que como yo, vivíamos en Los Cipreses, Unidad Vecinal # 3 y alrededores, nos quedaba bastante cerca, por lo cual no había excusa operativa para dejar de asistir.

Recuerdo que llegué relativamente temprano, del saque, mi impresión de Telma, a quien recién conocía personalmente, fue muy positiva y a medida que conversaba con nosotros, mientras esperábamos la llegada de los demás. La percibí intelectual, sumamente juvenil, una mezcla de hermana, mama hippie, chica progre de los 70.

De mente abierta dispuesta a dar el pulgar arriba y hasta prestar su casa a aquella mancha de tipos calificados por muchos como una sarta de mugrientos, antimúsicos, lisurientos y raros, por lo general sin ninguna opción a encajar en ninguno de los círculos sociales convencionales de jóvenes y adolescentes promedio de los 80, por lo que tuvieron que crear  uno propio.

Luego de esta última reunión, visité a Telma unas cuantas veces más, luego todo se dispersó, y solo veía muy eventualmente a Támira (su hija) que tocaba en Col corazón con Jaime Zero.

Hasta donde sé, el acercamiento de la movida subte con Telma Rossi, se inicia luego del reportaje en canal 9 de octubre de 1985, en el cual se mostró solo la parte mas extrema y visceral del rock subterráneo. Aunque mediáticamente la cosa fue potente. Para darle el toque de sobriedad al reportaje, invitaron al psiquiatra: Baltazar Caravedo y a la en aquel entonces, novel psicóloga Telma Rossi, quienes -oh sorpresa! terminaron declarando a favor del Rock Subterráneo, cuando lo usual era enmierdarnos sin conocernos. Así fue que, como según creo, alguien dijo que la conocía y así se logró contactarla personalmente y ahí empezó todo…

Telma se nos fue físicamente, pero ahora, estará con nosotros siempre, al igual que el espíritu de nuestros inicios, presente en todos aquellos que aun somos capaces de sentirlo. Paz, Vida y Rock & Roll. . . (César N, 7 de julio 2020).

Miguel Ángel Vidal

“Axia”. Unas palabras para Telma Rossi alguien que voló al infinito

En octubre de 1985 se dio un concierto subterráneo en la entonces Concha Acústica de Miraflores, el evento fue “masivo” y atrajo la atención del entonces Canal 9. Es así que al otro día, vimos en el noticiero de la noche un reportaje del concierto, recuerden que en aquella época eran pocos los canales y aún no había cable. El reportaje buscaba una respuesta, pero no de un sociólogo, sino de un psicólogo,  pues “ellos” veían el tema, como un asunto de carácter patológico, más que un tema de índole social y político.

Es así, que ante la pantalla, como invitados presentaron a dos psicólogos, y ambos dieron una explicación clara y nada patológica sobre el tema, resaltando más bien valores positivos, de hecho uno de ellos bastante menor que el otro era: Telma Rossi. Fue ella, quien se llevó la atención de nosotros, tanto por su lucidez como por su energía, y la seguridad que tenía en lo que decía. Las palabras de Telma quedaron grabadas en todos nosotros y fue la primera vez que no solo se tocaba el tema a través de un medio televisivo, sino además de forma tan acertada.

Luego de aquel reportaje, la escena tuvo un pequeño salto, y ello había generado un crecimiento real de bandas, pero seguía el problema de siempre: ¿dónde diablos tocar?. Entonces la autogestión comenzó a sonar entre los grupos.

Era el verano de 1986, y alguien me comento que se daría una reunión. Alguien prestaba su casa y tal vez, nos daría algunas ideas de cómo podríamos lograr aquella anhelada autogestión, es decir, ofrecía un lugar de encuentro. En una época en la que escaseaba la comodidad y nuestros padres nos veían de reojo, contar con un espacio cómodo y tranquilo era algo fuera de lo común. La casa era de: Telma Rossi, la joven psicóloga que había sido NUESTRA PRIMERA VOZ en el noticiero de Canal 9.

Aún, muchos de nosotros éramos unos jóvenes en busca de algún tipo de salida, y vimos en Telma una amiga que sin pedir nada a cambio nos ofrecía su ayuda, y el respeto y cariño era mutuo. Ahí fue, que conocí personalmente a Telma. Las reuniones se daban en un clima calmado, con exabruptos simpáticos y pequeños discursos de algunos subtes, todo ello en una hermosa tarde de verano. La gente se conocía, conversaba y Telma era parte de la reunión, conversando y riendo.

El tema es que estas reuniones se dieron varias veces más, y si bien no se logró una autogestión como la deseada, nos ayudó a conocernos y darnos una mano, y algo salió de todo ello. La figura de Telma, quedó en nosotros, y viéndolo en retrospectiva fue también la primera persona que fue la guía en el camino de la autogestión de aquel grupo de bandas subtes.

Hoy Telma “nos ha dejado”, pero dejó una semilla, que no puede ser olvidada, ya que fue la primera voz de los subterráneos al pronunciarse vía Canal 9, y la primera guía que unió a parte de esa segunda camada de grupos subterráneos creando un punto de encuentro con la intención de crear una movida autogestionaria, y sobre todo sin pedir nada a cambio.

Fue una “Axia”, que rara vez aparece en nuestro camino y que tenemos la oportunidad de conocer, sobre todo en aquellos años, donde las mujeres estaban “encerradas en castillos”, de donde: o no las dejaban salir o a veces no querían dejar (Miguel Ángel Vidal, 7 de julio 2020).

Axia (Voz Propia, El Ingreso 1985)
¿Donde están ellas?
Axia ¿dónde estás?
Dices lo que sientes
Actúas como piensas
ríes de verdad
Y miras de frente
Quiero verte se que vives
Sigue gritando no te eches para atrás
Tu vez más allá
Eres oxigeno no sabes posar.
Telma Rossi. Revista Sí 1989
Revista Sí, 10 de julio de 1989 (Archivo de Herbert Rodríguez).

Herbert Rodríguez

Conocí a Telma en la época subte. Me contó que tenía un periódico mural, llamado “Primer Exilio”, con los temas filosofía, arte, poesía, en una pared a lado de la biblioteca de Letras en San Marcos [ella estudiaba literatura en ese momento en la UNMSM]. Le dije que me interesaba impulsar una campaña contra la violencia en esa universidad. Y fluyeron los murales collage plenos de mensajes visuales lúdicos y bien poco sutiles de burla a los sanguinarios dueños de la verdad. Sistemáticamente los destruían y continuamente los renovábamos. “Contrarrestamos con vitalidad el sentimiento de inercia y autodestrucción”, le dice Telma a periodista de la revista Sí en artículo de época que recogió iniciativas por la paz. Serenidad, coraje, inteligencia. Un enorme aporte en un momento en que la movida subte enfrentaba prejuicios desde muchos lados (Herbert Rodríguez, 7 de julio 2020).

Telma Rossi. Herbert Rodríguez
Extracto del artículo de la revista Sí (Archivo de Herbert Rodríguez).

Mabel Valdiviezo

Conocer a Telma Rossi fué un hilo indeleble en mi joven vida en los 80s. Encontrarla fué como un oasis de esperanza y cariño en medio de un desierto bélico que alimentaba terror existencial. Recuerdo llegar a su casa y quedarme por horas conversando sobre las obras y vidas de Herman Hesse, Dostoevsky, Mishima, Marlene Dietrich y tantos otros.

Telma fué mi mentora femme y gran influencia en mis sensibilidades nacientemente subte. Admiraba su valentía, independencia intelectual y rebeldía. La amé platónica e infinitamente como si ella fuese la versión femenina de Shams-i-Tabrīzī y yo su amigo Rumi. Hoy la partida de Telma me reconecta con el portal cósmico de la vida mas allá de nuestra existencia humana. Su presencia se siente en el universo cuántico que desafía las leyes del tiempo y el espacio.

Telma, eres una estrella que nos ilumina cada noche (Mabel Valdiviezo, 8 de julio 2020).

Susana Torres

Telma fue muy intensa, carismática, culta y muy inteligente. Siempre muy cariñosa conmigo, a pesar que alguna vez pudimos tener diferencias. Nos reíamos mucho juntas. Tal vez su humor es lo que más voy a extrañar. De cariño nos llamábamos “Extrañas”. Y nos burlábamos y divertíamos por que nunca reconocíamos nuestras voces al teléfono. Siempre cuando se enfrentaba a alguien me decía: “No saben con quien se han metido, con una ítalo-huanca, la peor combinación, no saben con quien se han metido…” Y nos reíamos mucho. Siempre. Te voy a extrañar mucho querida Extraña (Susana Torres, 6 de julio 2020).

Telma Rossi. Psicóloga peruana
Telma Rossi en los 80s. Nota el detalle del arete largo (Archivo de Susana Torres).

Agradezco mucho a quienes han contribuido con sus memorias, llenas de cariño y admiración hacia la amiga que partió, para la construcción de este texto. En especial a Susana Torres, quien a través de sus recuerdos cotidianos me hizo sentir lo consistentemente cálida que fue Telma en vida como madre, profesional y activista.

Adiós Telma.


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About The Author

Fabiola Bazo

Fundadora y Administradora de Subte Rock. Estudiante de Doctorado del Instituto de Género, Raza, Sexualidad y Justicia Social en la Universidad de la Colombia Británica en Vancouver, Canadá. Autora del libro "Desborde Subterráneo. 1983-1992" sobre la escena de rock subterráneo en Lima.

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