Aprovechando estos tiempos de cuarentena y aislamiento social por el coronavirus, comencé a tener unas “conversaciones online” con los seguidores de Subte Rock, y uno de los temas que pudimos exponer fue el de la música electrónica en los años del rock subterráneo, en los ochentas subtes, en donde se podría decir que no hubo muchas propuestas, pero las que surgieron vaya que dejaron huella.
Haciendo un poco de historia previa a las bandas y artistas de la movida subterránea, el investigador Luis Alvarado de Buh Records, propone que la pieza Intensidad y Altura, compuesta por César Bolaños en 1964 marcó el inicio de la tradición electrónica en el Perú.
Siguiendo con gran gestor de todo lo que es este género musical, entre otros sonidos “raros”, la década de los sesenta y setenta fue el tiempo de los compositores académicos, como Cesar Bolaños, Alejandro Núñez Allauca, Edgar Valcárcel, Enrique Pinilla y Arturo Ruiz del Pozo, cuyo trabajo se puede escuchar en el disco doble Tensions at the Vanguard: New Music From Perú (1948-1977), editado en Nueva York, Estados Unidos.
Llegada la década de los ochenta y con ella propuestas de los compositores electro acústicos José Sosaya, Gilles Mercier o Rafael Junchaya, en el rock subterráneo se dio inicio a una escena techno, con bandas de sonidos que iban del techno pop al techno industrial, y que fueron alternando presentaciones en forma paralela a la gran mayoría de bandas punk, hardcore y post-punk que predominaban en esos años.
Una de las primeras referencias de techno hecho en el Perú es Paisaje Electrónico, el proyecto de Fernando Vial, guitarrista de Narcosis, banda emblemática del rock subterráneo, que apareció en el lado B de la maqueta que editó con su otro grupo de sonidos post-punk Feudales en 1986, y que también se puede escuchar como parte del compilado Historia del Rock Subterráneo. Lo anecdótico y destacado de este proyecto electrónico fue el hecho de ser compuesto por “Cachorro” usando solamente un Casiotone.
Un año después, y asombrando a todos los subtes, incluyéndome cuando los vi tocar en la No Helden, surgiría la banda de música industrial Disidentes. Influenciados por referentes de este género como Einztürzende Neubaten, Skinny Puppy, Kraftwerk y la música concreta, fueron los primeros en elaborar esta propuesta dentro de la movida subterránea.
Formada por Martín Ponce, Hoover, Raúl Mondragón y Rodrigo Vivar, utilizaban como instrumentos percusiones metálicas, como un depósito de aceite (al menos es lo que ví en su concierto) procesado por pedales, un teclado y voz amplificada por megáfono, a lo que sumaban sonidos sampleados grabados en cinta y proyección de diapositivas, todo un espectáculo multimedia en esos años.
Con canciones sin título alguno, lo único que he podido escuchar de ellos en la actualidad es una presentación en el No Helden y una sesión de ensayos grabados en 1988, que fueron editados por el sello discográfico Venganza de los Nerds en el 2005 y que encuentras en YouTube.
Tras la disolución de Disidentes, surgiría T de Cobre, la primera banda peruana electrónica de techno industrial en esta década, con una distancia marcada con las otras bandas de la escena subte, siendo integrada por Martín Ponce (primera voz), quien venía de Disidentes, junto a Armando “Boy” (segunda voz y percusiones), Alejandro Medina (teclados y samplers), Jesús Ávalos (sintetizadores y percusión electrónica) y Lucio “LxS” Salazar (percusión metálica, voz, coros y efectos sonoros), siendo influenciados por un espectro más amplio de bandas electrónicas e industriales como Test Dept, Laibach, Skinny Puppy, Manufacture, Front 242, T.G.T., Nitzer Ebb, entre otras.
“Lo crees fácil, no lo es / No es tan fácil de seguir / No es tan fácil de encontrar / No es tan fácil de lograr / No es tan fácil de tratar / ¡No! / Memoria digital”. (Memoria Digital)
Con canciones como “Memoria digital”, “¡No, nunca!”, “Electrodomésticos”, “No hay cambio” o “Electrodomésticos”, pasaron a la historia del rock peruano por el videoclip de su canción ¿Dónde Estás?, filmado a fines de esta década en el distrito de Miraflores, teniendo como locaciones la legendaria discoteca Nirvana, que fue premiado como el “mejor video musical de vanguardia” en el Instituto Toulouse Lautrec de Lima.
En medio de la crisis económica, algo que afectaba tremendamente a cualquiera que quisiera comprarse un teclado o un aparato electrónico, por más barato que fuera, se separaron en 1991, convirtiéndose en influencia local para nuevas bandas electrónicas nacionales como Arian 1 y Unidad Central.
Y con un sonido techno pop muy influenciado por el pop español, está El Sueño de Alí, un trío integrado por Jorge Madueño “Pelo Parado”, Felix Torrealva, ambos con pasado en Eructo Maldonado, y la actriz Jhoanna San Miguel.
Publicaron un álbum de 10 canciones llamado En el Valle del Placer, grabado entre 1989 y 1990, en donde encuentras canciones como “Podemos Ir”, “Sólo Una Vez”, “Volando” y “Una Negrita De Buen Corazón”, entre otras más, fue editado por el sello discográfico Producciones Inyectables en 1991.
Comenzando la década de los noventa surgirían otros proyectos, como Cuerpos del Deseo y su propuesta electro rock de su maqueta Por una Razón en 1991, pero esto es tema de otro archivo subte, donde veremos la evolución que tuvo la música electrónica en el ambiente subterráneo.
Si quieres saber más de esos años electrónicos subterráneos, puedes escuchar la edición 148 del programa Cazar Truenos. Especial pioneros del techno en el Perú. Dirigido y conducido por Luis Alvarado, fue editado el 4 de febrero de 2015.
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Entrevista a Jimmy Yrminio, por el lanzamiento de su EP “Ambiente Oscuro”. https://t.co/oUwmGkQJgY
— Subte Rock (@subterock) April 8, 2020
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