Drab Majesty en Lima. Cuando me enteré que la visita del dueto californiano era real, lo primero que se me vino a la mente fue ¿los veremos a casa llena? ¿Habrá público suficiente que conozca su música? Tenía algo de temor sobre cómo funcionaría este show en una plaza donde no estamos acostumbrados a ver actos como este. Era arriesgado pero al mismo tiempo, perfecto para un mes donde apenas podemos ver el brillo solar.
Liderado por Deb Demure, alter ego de Andrew Clinco (anteriormente baterista del grupo Marriages) y su hermano gemelo Mona D (Alex Nicolau), Drab Majesty llegaría a Lima para presentarnos parte de su último trabajo The Demonstration el cual se editó en el sello DAIS el año pasado. El lugar elegido fue Nébula Club en Miraflores.
El show se inició casi a las 10:30 P.M. con Resplandor (al parecer hubieron unos pequeños inconvenientes y se retrasó el ingreso). He escuchado por muchos años a la banda y me sorprendió bastante ver en esta –no sé si nueva- alineación a Darko Saric (Indigo) en las secuencias y Naamá Bengtsson (MOBIVSTRIP) en los acompañamientos vocales, se complementaban bastante bien, un inicio algo lento al viaje sin retorno al que nos estábamos entregando en esa noche.
La cita continuó con los argentinos de Altocamet, que, luego de Drab Majesty, era la otra banda que tenía muchas ganas de volver a ver. Los marplatenses entraron en escena con todo su potencia y electromagnetismo a tope y, a pesar de algunas fallas de sonido, logró llenar de energía a toda la sala. La textura de sus guitarras y la clara influencia Ceratiana es lo que más enamoró a los asistentes y nos hizo vulnerables a su sonido, al final nadie quería que se vayan.
Con la entrada de Laikamorí ya percibí a un público muy ansioso, hasta incluso un poco irrespetuoso con el acto que estaba por presentarse. El dueto peruano, como de costumbre, entró con una fuerte presencia escénica, directo a callarles la boca a aquellos que se querían pasar de graciosos gritando los nombres de canciones de Drab Majesty. La experiencia con ellos me pareció la mejor antesala al acto de los californianos, incluso hasta me sentí algo sensible a la mezcla de sonidos electrónicos y a esas enigmáticas letras. Difícil olvidarlos.
Había llegado el momento, el público desapareció y era solo yo entrando a una habitación vacía, nebulosa, se me venía a la mente lo que pudo haber pasado en la última reunión de Heaven’s Gate cuando el cometa Halley Boop iba a pasar por la tierra y más de 30 personas decidían pasar al otro plano de la dimensión. Para resumir tremenda pastrulada, Deb Demure era el mismo Marshall Applewhite y el público, la secta.
El ritual empezaba con “Induction” para luego dar pase a una de las más esperadas por muchos, “Dot In The Sky”, con una guitarra que hacía estremecer a cualquiera, quedé en shock y el público reventó, creo que muchos no podíamos creer que por fin estaban tocando frente a casi 200 personas.
Siguieron con un par de temas de su segundo disco “39 by Design” y “Kissing The Ground” para luego seguir con una de mis favoritas del Careless: “Unknown The I”. Esta banda tan joven estaba logrando lo que otras no han podido hacer en muchos años, ser impecables. Prácticamente, Deb Demure me respondía una de las preguntas que me había hecho al enterarme del show, Lima era la ciudad donde más se escuchaba a Drab Majesty, con esa información procesada, solo me quedó guardar la cámara y entregarme por completo.
Apenas llegábamos a la mitad del show ya sentía que había pasado una eternidad, las oberturas de cada tema hacían que cada instante se haga más lento, más denso, más oscuro, solo rogaba que no acabe jamás. La siguiente fue “Cold Souls”, otra de las más aclamadas de la noche, luego, continuaron con uno de sus primeros temas, del EP Unarian Dances “Y.K.E.D.A” en la cual las reminiscencias a Red Lorry Yellow Lorry o a Cocteau Twins, son clarísimas.
Luego de 4 temas más y un encore, volvieron a escena a cerrar el ritual con “The Foyer” y así finalizaba una de las noches más perfectas de este 2018, con un loop ensordecedor que dejó a muchos (incluyéndome) mirando el escenario con ganas de más.
Agradecer a Buh Records por el atrevimiento de presentar a Drab Majesty en Lima, y luego de ver la respuesta a esta experiencia, por qué no traer a Youth Code o a Body Of Light (ambos de DAIS). A opinión personal, creo que Lima necesita más shows así. ¡Salud!
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— Subte Rock (@subterock) 18 de mayo de 2018
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